martes, 17 de febrero de 2015

CALERAS DE LA VILLA DE TEGUISE 1ª parte.

   

      Una ves más, les traigo otro reportaje fotográfico, de otra industria, primaria en la Isla de Lanzarote y principalmente en La Villa de Teguise, que a su ves están protegidas por Patrimonio Insular, no se que es       lo  que se protege, pero allá vamos.

      Esta ves les hablaré de la Caleras, industrias dedicadas en exclusiva a la cal, la extracción de la piedra cal, y el hornear la piedra, para convertirla en polvo, el cual era utilizado para el ENCALADO, de las viviendas, así como para el ALBEADO, de las mismas, y la piedra viva de cal, como la conocíamos, esa piedra que se metía en el hornos de las caleras para su fundición en polvo, también era muy utilizada para la depuración de las aguas en los aljibes, la cual yo tuve
el placer de ir a recoger para poner en las aljibes de mis abuelas/os, y en la casa de mis padres, pero también se ponían en los tanques de agua. Agua que se trasladaba desde las fuentes, o pilares, en el barrio de los molinos, la cual transportábamos en garrafones, hasta casa, y llenar un tanque no más de 200 litros litros de agua que teníamos que ahorrar para una semana, y a la cual se añadían piedras de cal viva, para su depuración y para que no criasen las larvas de la mosca.



      Las caleras, principalmente, se extraían las piedras de lo que se podría llamar, minas al aire libre, o zonas donde los operarios, trabajaban sin ningún tipo de protección, y la herramienta más común eran como no, el pico y la pala. Pero aparecen los explosivos, con lo cual la extracción es más eficiente, aunque mucho más peligrosa, claro está, por un lado el peligro que corría tanto la población, como los operarios, en estas explosiones en zonas abiertas era evidente. Pero también aparecen los nuevos transportes, los camiones de madera, con ruedas de maderas, cubiertas por unas cintas de goma, para evitar el deterioro de la madera de las ruedas, de estos camiones, los cuales no poseían, hidráulicos, por lo que su carga y descarga era principalmente a mano, los cuales una ves llenos se dirigían  a los hornos, por una especies de rampas de tierra, marcha a tras, para la descarga de la piedra, en dichos hornos. También mencionar, la llegada de los martillos neumáticos, que hacían de la labor de extracción, más cómoda ya en decadencia las caleras por la aparición del cemento y la pintura plástica.


      Los Hornos, según cuentan en otras páginas, se dice que eran más estrechos en la base y más amplios en la salida exterior, yo viendo esto y contrastándolo con lo que he visto, dentro, y en la imágenes se pueden comprobar que el tubo del horno como el de la imagen, eran de forma tubular, cilíndrica de idéntica medida tanto en un extremo como en el otro y podrían tener entre 6 u 8 metros de profundidad, con una terminación en la base exterior. de un anillo de "piedra viva" o piedras volcánicas, las cuales estaban tan bien colocadas y adecuadas, que daban la forma exacta del cilindro del pozo del horno.
       Mirando, en su interior desde el exterior, en lo alto de la calera, se observa, la profundidad, el anillo al que hacía referencia, y en el fondo, a metro y medio de la base, interna, un emparrillado de hierro, hierro que al parecer y por su forma, eran raíles, o tienen esas formas, de riles de maquinarias, pesadas, como las del tren de Arrecife, cuando se trajo y se instaló, unas vías, hasta la canteras para extraer a piedra y transportarlas al Gran Hotel de Arrecife o bien de algunas estructuras militares como la Batería del Rio, o en el acuartelamiento de este cuerpo de artillería en Haría, donde hoy en día se pueden ver algunos vestigios.

      Las caleras son, en definitiva, hornos, los cuales estaban integrados en la construcción de las caleras. La figura de las caleras, no es más que un horno cubierto de piedra, y se dejaban unas rampas, para que subiesen los camiones a depositar las piedras de cal, todo el revestimiento, de piedra, claro esta, hacían de las caleras un edificio espectacular, en los que algunos albergaban hasta 4 hornos, y cuanto más hornos más grandes las edificaciones, que a todo el mundo llama la atención, por su espectacular trazado, de verdaderos ingenieros de obras, pero a base de piedra cal y arena, principalmente.

      Si miramos desde o alto de estos hornos, por donde se cargaba el horno de piedra de cal, a veces, da hasta miedo, o vértigo el mirar hacia abajo, a parte del viento en la zona, lo que mayor susto me dio, fue al acercarme a uno de ellos y mirar hacia abajo, y de repente, salen tres palomas del horno, y el susto me dejó, helado, pero mirando bien la situación de las caleras, me di cuenta de que como decía un, ingeniero de construcciones antiguas, todas las antiguas edificaciones en espacios abiertos, las puertas estaban orientadas por lo general al Sur o al Suroeste, para evitar la brisa del Noreste, o los vientos del Norte, y efectivamente están orientadas en mayor medida a Sur- Suroeste.

      Llegó el momento de bajar al interior del horno, y antes de entrar, tenemos unas vistas..impresionantes, tanto por la caída del sol, como por su estructura, porque el exterior es una pared perfecta, no hay cemento que mantenga esas piedras, colocadas y formando una cuña inversa, con una inclinación de unos 15º más o menos, las paredes no son rectas, están inclinadas, desde la base, hacia el techo de las mismas, y la colocación de esas piedras, es tan perfecta como una pared de bloques de hoy en día.


     Una ves contemplado los exteriores, me dirijo a los hornos, a la base, a la zona de los quemadores, que según me cuentan, mayormente se utilizaba la aulaga, para encender estos hornos, y llegando a ellos..tienes que parar, te invita la estructura a mirar, a no entrar sin ver, las entradas a estos hornos, las estructuras son perfectas, pero al bajar pasé por lo que sería una zona de paso, y atravesaba un barranco, e hicieron un muro para que pesasen los operarios, pero me quedé con el hueco que se dejó para el paso del agua, insólito, lo veía y no podía creérmelo, que existan estas edificaciones, y que se tengan abandonadas, y dejada de la mano de Nuestros representantes, como también espectacular las entrada a los hornos.

Estas entradas, no tienen mas de metro y medio de altura, pero, necesito más, necesito entrar, necesito ver más allá, porque me invade la curiosidad de ver, que se esconde ahí dentro, que más se puede ver y que más te puedes llevar, en una imagen, que puede ser única, de una estructuras de piedras sueltas, sin cemento, sólo cal y arena, y ahí perduran en estado casi intacto, sin ningún tipo de mantenimiento, haciendo frente a las inclemencias del tiempo, y olvidada y dejada de la mano de Dios.

      Hay muchos modelos de, la entrada al horno, aquí les muestro alguna de ellas, pero lo más que me llama la atención, es el empedrado del techo del hueco del horno, un empedrado en el que no veo cal, o cemento que sostenga esas piedras, están colocadas en cuña, una aguanta a la otra, y es imposible sacarlas a tirones de ahí, yo no lo hice, por supuesto, pero ahí me quedé un buen rato mirando esa estructura, hasta que ya cansado me metí dentro, en lo que sería el cilindro, pero quería y era mi intención el verlos desde abajo, por lo que tuve que buscar uno donde, pudiese entrar, y no hubiese el emparrillado de acero que se veía desde arriba, por el exterior.

      Y lo encontré, me metí dentro del horno, cámara en mano, me dispuse a sacar una imágenes del tubo, el cual por techo tenia un azul claro del cielo, y también porque no decirlo, el esperar a que cayese la tierra, que se introducía por el hueco exterior debido al viento reinante en la zona por lo que me fue muy difícil
, tomar una imagen, clara, pero si quieres algo, tienes que acudir a la paciencia y esperar el momento oportuno, y así fue.En estos hornos que la base principal o materia, para el quemado eran las aulagas, como dije anteriormente, pero según cuentan, estos hornos estaban activos, tres días consecutivos para la quema de la piedra de cal, llegando a concentrarse unas temperaturas de hasta 1000, grados centígrados, para convertir la piedra de cal en polvo, el cual era retirado posteriormente, y el secado se hacía con agua, de ahí la importancia del agua en Lanzarote, que sin ella las industrias de la cal, se paralizaban, por la falta de este vital elemento. De este tema hablaré un poco más adelante.

       Insisto en lo mismo que en el anterior trabajo sobre " Las Salinas de Puerto de Naos", nunca vayan solos, a estas zonas, y no crean que no hay peligro, si lo hay, se los comentaré más adelante, pero el peligro existe y es evidente, sólo al acercarte a estas estructuras, nunca se sabe lo que te pueda pasar.

      En una ocasión, me invitaron a participar en un programa de fotografía, ameteur, que se llamaba o se denominaba, " Las cien miradas", donde te daban una cámara de fotos, de usar y tirar, y tenías que hacer una fotografía, de algo sobre este tema, Las cien miradas, y yo tuve el privilegio, como algunos vecinos de la Villa de Teguise, y de toda la Isla de Lanzarote y Fuerteventura, de participar en ella, donde se hizo una exposición del trabajo de tod@s en el Castillo de San José de Arrecife, y como no, fue una de estas fotografías las que envié, a ese concurso, aquí les dejo, más o menos una muy parecida, y lo pueden buscar por Internet, "Las cien miradas - Lanzarote".


      En una segunda parte, les mostraré, los peligros, y otras infraestructuras, aledañas, a estas obras singulares de un pasado no muy lejano, pero si del un olvido y una dejadez triste y absolutamente paradójica, ya que estas caleras, se encuentran en una ruta de senderos, la cual está señalizada pero no consta en ningún libro, porque? bajo mi apreciación, porque se pretende ocultar lo evidente, así de triste lo veo yo particularmente.

 






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