CALERAS DE LA VILLA DE TEGUISE 2ª parte.

      Una ves visto el tema. de las estructuras de las caleras, y los hornos, en esta parte me dedicaré a las construcciones, adyacentes, que sin ellas claro está no era posible la producción de la cal, que como comenté anteriormente, en la 1ª parte se enfriaban con agua, y vamos a ver, o intento hacer ver, como se trabajaba con el agua en estas industrias, porque efectivamente tenían aljibes, que era la base principal del almacenamiento del agua.

  Pero esta agua, almacenada en aljibes, no se transportaban con

 mangueras, ni motores ni bombas de aguas, hasta que aparecieron claro está, y en estas zonas queda patente el como y de que manera se las ingeniaban para el traslado del agua de unas zonas a otras, sin tener que utilizar, que también se usaban, los camellos o burros para transporte del agua, pero les hablo de el transporte por inercia, por los llamados o llamada la ley de vasos comunicantes y la ley de la inercia. En la fotografía de la derecha se puede observar el aljibe al lado de la calera.

      Aunque antes, hablamos del año 1.905 aproximadamente o antes, de estas fechas, en las que se empezaron a extraer la cal, no habían ingenieros que viniesen a decir como se tenían que hacer las cosas, todo tenía su lógica, y la lógica como me cuentan, no se las enseñaba nadie, se las enseñaba la necesidad, el hambre, y la falta de recursos, en una palabra " La universidad de la vida".

      Por lo tanto, en la red de caleras, en la zona de Chimida, en la Villa de Teguise. dentro de un conjunto de caleras, protegidas por la ley de Patrimonio, existen otras obras, que no se han visto o yo no encuentro en ninguna página

ni he visto que se mencionen tales infraestructuras. Esta infraestructuras, a las que hago referencia es, a la comunicación, sobre el terreno, de las aljibes con otros depósitos más alejados, de la zona de caleras, y donde yo supongo que estas vías de aguas, comunicaban, con estanques de aguas, para su utilización por los obreros o bien para animales, desconozco este tipo de viales, y el para que eran, e incluso preguntando a los más viejos del lugar me miran, anonadados....no saben de que les hablo, y las respuestas eran, para salir un poco del apuro, que si eran para beber, los obreros, o para los animales....no se, e intentaré buscar esa solución, porque quiero saber para que, y que función tenían.

      Estas aljibes, tenían algo muy peculiar, en el brocal de la misma, se encontraba un repartidor, llamemos le así, por su función, no se su nombre y nadie me lo ha podido decir.
Y porque le llamo repartidor? pues porque este repartidor, tenia esa misma función, o se podría llamar distribuidor, el cual se llenaba de agua a baldes, y a su ves este repartidor, canalizado con una infraestructura muy peculiar, en un desnivel, perfecto, en una obra perfecta, de piedras, cal y arena, que aún hoy persiste, sigue estando en esa zona, y siguiendo la ruta, de esa canalización, nos lleva a un depósito de agua, y este a su ves a otro, pero no hablamos de corta distancias, hablamos de unos 50 metros aproximadamente,o incluso mucho más, hay tramos intactos, tramos que hoy en día harían esa función sin ningún tipo de arreglos, pero lamentablemente, hay tramos enterrados  y algunas partes destruidos por el paso de vehículos a motor, los cuales por sus roderas, han pasado por encima de ellas, no importándoles nada en absoluto lo que están destruyendo.

     Ya he mencionado, a los ingenieros, pero esta obras van más allá, es impresionante, las estructuras a las que se pasan desapercibidos, a las que son mal miradas, si las ven, o pisoteadas por coches todo terrenos, enterrando con ello, estas infraestructuras, que lamentablemente nadie quiere saber nada de ellas, ni mismo Ayuntamiento de Teguise ni la primera institución de la Isla y ni si quiera el mismo Gobierno de Canarias, mientras en otras Islas se conservan y se mantienen, muchas de estas edificaciones.

       lamentablemente tenemos que hablar de otras cosas, de otras cosas que pasan e incluso me atrevo a decir que hay mucha gente en la Villa de Teguise, que tiene  conocimientos más que avanzados en estas caleras, y que han contribuido en mayor medida a la conservación, de manera esporádicas, refiriéndome a  la gente joven. que hoy ya no lo son tanto, y al parecer una ves que dejaron de trabajar para los talleres, no han ido más a visitar las zonas.
 

   
 Lo demostraré con imágenes y si son de Lanzarote los que me leen, les invito a que lo vean ustedes mismos, la atrocidad, a la que fueron llevadas en estas edificaciones, que en cuanto lo vi, me quedé mirando esas obras y bueno, entre el asombro, la perplejidad, y el cabreo al ver tal agravio, hacia unas edificaciones de 1905, era para pedir explicaciones, pero claro, esto esta lejos, no lo ve nadie, pero como he dicho en la primera parte, esta zonas de las caleras de La Villa de Teguise, están dentro de una ruta de senderos, y aquí está, la culpa del porque no se han incluido, en esas rutas, por su atentado contra estas construcciones

   

      Se ha trabajado con cal y arena para mantener la consonancia con el medio a restaurar, pero de aquella manera, el encalado, fue más bien tirar la cal contra la pared que ponerla de manera adecuada, y respetando la vistosidad de las piedras, como estaban antaño. Pero ahí no acaba la cosa, si se han dado cuenta del aljibe, que aparece más arriba, al parecer se cansaron de la cal y de la arena, y se utiliza cemento y arena, para la restauración, cemento? en infraestructuras de antes del año 1905?, no se en lo que pensaban, pero menos mal que se retiraron a tiempo de cometer una salvajada mayor.

      Lamentablemente muy a mi pesar tengo que decirlo, no puedo mantener silencio en este tema, y así se contemplan en las fotos añadidas, en este texto, pero hay más, muchas más, que dejan evidencia no sólo del atentado que han sufrido, del abandono, y la desidia, sino de una cosa muy importante que ya lo he denunciado en su día en un diario muy conocido en Lanzarote, pero que al parecer no se han sentido aludidos, pero de esto ya hace varios años, y lo peor es que siguen en abandono total y absoluto.

      También  quiero hablarles de algo que encierra este complejo, emblemático, y esta bellezas que están a la vista, pero al parecer nadie hace nada, ni para evitarlo ni para mejorarlo, espero que sea para mejorarlo, y ese algo, está latente día a día en la zona, ese algo está vivo, a la espera de que se levante, y pase lo que tenga que pasar,  pero necesito más, y vuelvo al principio vuelvo a las zonas de la primera calera, una muy pequeña, de un sólo horno, pero muy llamativa, justo al lado de un camino que llega hasta el risco, pasando el Barranco de la Horca, en la zonas de Chimida, y se preguntarán el porque, que busco...pues bien una ves que terminas en la última calera me he dado cuenta de un detalle que se escapa, un detalle que está activo, que esta al acecho, un detalle que no me dí cuenta, y a veces lo veía pero no hacía caso de el, ese detalle tan a la luz, y a la ves tan oculto, porque te llenas de admiración, y quieres ver y ver, buscar mirar...pero no te as cuenta de que algo acecha en la zona, te invade la curiosidad que se te olvida lo que es siempre es evidente, me refiero al PELIGRO, que corremos, al visitar estas zonas, ya les había comentado que no vayan solos
a estas zonas, pero pase de largo este tema, el cual quiero dejar constancia, ese peligro existe, es evidente, pero existe debido al abandono, al deterioro, y a la dejación por parte de las instituciones de no intentar por lo menos, un mínimo intento de consolidar estas zonas, muy atractivas a los visitantes, y a nosotros mismos, y este peligro y abandono es constante, y aquí quiero demostrarlo con imágenes.




      En este pequeño apartado quiero dejar constancia del peligro que existe en la zona, del cual yo percibía pero ante tales maravillas, se me olvidó, y sólo quería y me llamaba la curiosidad, dejando el peligro olvidado, pero no menos cierto latente, como en la primera calera, las paredes de piedras ya no aguantan, se abren por lo efectos del agua de las lluvias, las escaleras de cantería roja, casi desaparecidas, en una ruina total y absoluta, donde se reflejan el abandono de lo que fue el tránsito a diario de peones , para subir y bajar de los Hornos, de esos cantos que tantas huellas del hombre, han quedado marcadas pero olvidadas hoy por hoy, e incluso me atrevo a decir que han sido, aceleradas sus deterioros por aquellos que no saben que historia encierran esas paredes, esas piedras y esos, hornos, cuando la actividad en ellas eran frenéticas, a diario y constantemente.

     Pero hay peligros, que a veces no los ves, nunca dejen de mirar el suelo, te puedes encontrar con un horno, y caer dentro, parece que se los digo como una tragedia, pero es así, hay hornos, como comentaba anteriormente, que estaban rodeados de piedra volcánica en su anillo exterior, pero debido a los vientos estos anillos han quedado enterrados, por lo que se pueden confundir, y caer en unas trampas a la vista, si, si miras bien, porque un niño en esas zonas, corren un peligro que podría ser fatal, la caída dentro de estos hornos, y sobre todo al amanecer o al atardecer, por lo que yo, que pase por todos y cada uno de ellos, en algunos parabas y ...cuidado aquí hay un pozo!!  y mirabas un poco más allá y veías otro, el paso entre unos y otros, te hacían dudar si llegar a ellos o no, pero yo quería verlos, hacía mucho viento, por lo que tenías que ir con mucha precaución, cualquier despiste acababas dentro de uno de ellos, y en las fotos, los ven bien, se ve la perspectiva,  y se notan, pero a simple vista, con viento y la tierra dándote en la cara, no se los aconsejo.

     Tanto me llamaba, estas infraestructuras, que no hacía caso a mi acompañante, mal hecho por mi parte, no oía a nadie, sólo veía y quería ver más y te llamaba aquella zonas a más y más...olvidándote del peligro, que podrías correr, no porque esos huecos estén abiertos, sin ninguna protección, sino porque no sabías donde pisas.
     Esta imagen, fue uno de esos peligros, al saltar una pared no me di cuenta de que estaba en el techo de una aljibe, y para colmo de males llena de agua...

     Pero hay otros motivos por lo que preocuparse, y es la acumulación de basuras, tanto dentro de los hornos, como en los quemadores, algunos de ellos se han desprendido sus paredes, y las piedras han caído taponando la entrada a los quemadores, llenos de piedras. Pero lo insólito es que vemos basuras casi inusuales, como cacharros de pinturas, botellas de aguas papeles de chocolatinas, y un sin fin de basuras dejadas por los que han visitado la zona y llevadas por los vientos, que también, cabe la posibilidad y prefiero creer que sea la única, pero los cacharros de pinturas no los lleva el viento, ya que son metálicos.
      Como tampoco, y sorprendente, las basuras originadas por obras como emparrillados de hierros, restos de escombros de obras, como bloques. restos de pinturas y un sin fin de basuras, que ha llevado el hombre, no los vientos, y que

yo haya visto, allí no se trabajaba con emparrillados de hierros, por lo que nosotros, tampoco somos ajenos a estas acumulaciones de basuras, como pasa en muchas casas antiguas y abandonadas, donde se aprovechan sus paredes casi en el suelo, para esconder los restos de obras que hacemos en casa, es lamentable si, pero...lo hacemos, irremediablemente, tenemos que aprender, a respetar nuestro entorno, y no lo hacemos, nos da igual, y criticamos todo esto cuando nosotros también en menor medida, somos los culpables de estas situaciones.

      Hasta aquí, les puedo contar sobre estas caleras olvidadas, denunciadas en un medio de comunicación en su día, entorno dentro de un sendero, que no aparece, pero si está señalizado, unas industrias, primarias olvidadas, casi en ruinas, lejos de que nuestros hijos, nietos, puedan ver y saber para que eran y como eran quedarán inmersa en libros de historias, y las imágenes serán de los archivos históricos, como debe ser, pero mejor que una fotografía es verlas en estado de conservación adecuado, porque estas industrias, pertenecen a Nuestra Historia, y nuestra historia desaparece bajo tierra, enterradas por nosotros mismos, por los mismos que seguramente, han tenido pan, gracias a los trabajos realizado por sus padres, abuelos o bisabuelos, llamo a la cordura a la conservación de nuestra historia, de nuestras industrias primarias, y de este encuentro con NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL.